Me encanta Star Trek. Nunca he sido de Star Wars. Me aburre. Si por algo me gusta Star Trek es porque puede resultar plausible. Sería genial un futuro así de avanzado. Sin guerras en la Tierra, sin dinero, sin enfermedades, sin racismo... Suena utópico, sí, pero suena bien. Una federación de planetas unidos en busca de la paz universal, armados con una flota estelar cuyo buque insignia es la USS Enterprise, una nave hiperavanzada capaz de viajar a la velocidad de la luz y protegerse frente a los ataques enemigos con escudos de energía (aparte de otras prestaciones tan alucinantes como la teletransportación o los viajes en el tiempo) No sería muy descabellado todo esto si la humanidad siguiera evolucionando y no la cagamos antes de tiempo.
Star Trek es el Julio Verne de nuestro tiempo. Los primeros modelos de teléfonos móviles desplegables de Motorola se llamaban "Star Tac", en claro homenaje a la saga, y su diseño guardaba un asombroso parecido con el tricorder, el comunicador de mano de los tripulantes. Y, ahora, el famoso "iPad" de Apple es igualito que los padds que usaban los personajes de la nueva generación. ¿Felices coincidencias o vamos por buen camino? Me gustaría pensar que vamos bien y que en un futuro no muy lejano empezaremos a descubrir cosas como la medicina sin cirugía ni pinchazos, que acabaremos con el yugo del petróleo y la religión... y que por fin tendrá lugar ese PRIMER CONTACTO.
Así que, como trekkie convencido aunque no muy militante, no me podía perder la exposición de Star Trek en la ciudad de las Artes y las Ciencias.
Impresionante la maqueta de la USS Enterprise.
La Voyager.
Uniformes de la tripulación original.
Fasers y tricorders.
Puente de mando.
En plan Uhura en su puesto de comunicaciones.
En el puesto del capitán. Cómo me gusta un liderazgo. ¡En Marcha!
Captando fluctuaciones en la parrilla de energía y disfrutando como un crío en el simulador.
Torpedos fotónicos.
Locutus de Borg.
"Yo soy el Borg"
"Primer contacto". Mi favorita de la generación del capitán Picard.
Modelazos.