Muerto me quedé al ver a Miguel Ángel Silvestre protagonizando este anuncio. Y no aluciné porque el chico me guste especialmente. Hay que reconocer que es mono, que tiene su morbo, pero no soy de los que se le hace el culo coca-cola al verlo. Cuando alguna vez me asomé para intentar ver algún capítulo de "Sin tetas no hay paraíso", me entraban ganas de toser y carraspear al oírle hablar. Para hacer un spot de caramelos "Hall's" quedaba perfecto.
Después del pelotazo de audiencia que supuso la primera temporada de la serie y abandonarla, para desilusión de miles de féminas furibundas y fans de El Duque, se supone que el torso más perfecto del país está intentando encauzar su carrera como actor "serio", lejos de culebrones calentorros de prime time. Pero, a mi parecer, no lo está haciendo muy bien con cosas como ésta. Vamos a ver: ¿a quién se le ha ocurrido?, ¿a las dos grandes damas dueñas de la marca? Porque si no es así no me lo explico. ¿O es cosa de su representante?: "...Sí, tío, vamos a romper con tu imagen de macho ibérico y tipo duro y les vamos a dar un Miguel Ángel más...¿cómo diría? ¡Metrosexual, sí¡ ¡que eso vuelve locas a las chatis y los gays la comprarán por litros estas navidades!..." Bueno, como treta de marketing no hubiera estado mal si no fuera por el penoso resultado.
¿Hacía falta tanta ambigüedad forzada?, ¿Esa rigidez incómoda que denota que no te crees para nada lo que estás haciendo? Pero si el muchacho parece un robocop amariconado deslizándose por el pasillo mientras acaricia las paredes. Y el colmo llega cuando se deja caer sobre la cama, más lánguido que Greta Garbo en "Margarita Gautier". Terrible.
En fin. Aparte del registro interpretativo de Mr. Silvestre, falta saber como huele el perfume en cuestión, el cual no me pienso comprar. Y lo afirma un maricón de casi dos metros.
¿Hombre? vamos, hombre... no cuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario