"Las chicas buenas van al cielo. Las malas a todas partes" - Mae West

lunes, 28 de diciembre de 2009

Madame Butterfly

Ayer tocaba ópera y con mayúsculas: "Madame Butterfly". A las 18:30 llegábamos hechos unos pinceles para disfrutar de la obra de Puccini. Fui con Paco, Boro y su hermana Marisa, que bajó del taxi toda glamurosa bebiendo una lata de coca-cola.

En Valencia ya estamos más que acostumbrados a la obra de Santiago Calatrava. De hecho, el viejo cauce del río Turia se ha convertido en un parque temático, con todos sus monumentos apelotonados unos tras otros sin orden ni concierto. Pero si lo vas cogiendo por partes, hay que reconocer que se deja fotografiar.



Esta es la tercera ópera a la que asisto en el Palau Reina Sofía. "Las Walkirias" y "Turandot" las vimos en la platea, pero este año nos ha tocado en el tercer piso. En algo se tenía que notar la crisis. De todas formas no me quejo, porque desde las alturas he podido hacer estas fotos y la visión del escenario era más que buena.


Programa de mano. Tragedia japonesa en tres actos.


El alicatado "trencadis" de las paredes no me convence demasiado. Es un poco rollo sauna.


La orquesta afinando después del primer acto. Son muy buenos.


La arquitectura muy cyber. La orquesta y la acústica excelentes. El cava y los canapés deliciosos. Pero el espacio entre butacas es una puta mierda. Ya sea en la platea como en el gallinero o los palcos. Y la pantallita del traductor simultáneo la tienes superbajita, casi en el culo del asiento de delante. ¿En qué pensabas, Santiago, en un público de gnomos?



Más Calatrava durante la pausa del segundo acto.


Los impresionantes decorados.

Al borde del suicidio en el apoteósico clímax final.

La soprano Oksana Dyka bordó el papel como una verdadera diva.

Me encantó cómo iba vestida el personaje de Kate Pinkerton. Tan americana.

Todo un éxito.

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